miércoles, 23 de noviembre de 2016

El Western: Una catapulta a las estrellas por Richard Montenegro



Dedicado a la revista Helice y a todos los modernos retrasados (Et dixit Bergier Pauwels)
 que desprecian el término hot science ficctión.

Agradecemos a Txema Gil el impulso warp dado para la creación de este texto y a Grethel Bertorelli por la conversación que dio nacimiento a este enfoque.

Episodio I
“Take my love, take my land
Take me where I cannot stand
I don't care, I'm still free
You can't take the sky from me”




El western es una palabra de una emotiva significación para muchísimas personas. Es una palabra que puede llevarte de forma automática a la época dorada donde la lectura de esas novelas hechas de pésimo papel o el visionado de las películas podían sacarnos de nuestra gris existencia mostrándonos un panorama lleno de aventuras y de códigos que hacía perfectamente inteligible ese universo de ficción que era más manejable que el universo que habitamos a diario. El universo literario y fílmico del western también es conocido bajo las denominaciones de novelas y películas del oeste o de vaqueros. Para comenzar nuestro recorrido consultaremos el diccionario de la RAE para verificar si ya está registrada de forma oficial en el español esta palabra. Consultamos vía web y estos fueron los resultados que el ordenador nos arrojó para el 31 de enero de 2016:
a)                 El diccionario de la Real Academia de la Lengua define Wéstern así:
Del ingl. western.
1. m. Género de películas del Lejano Oeste.
2. m. Película del Lejano Oeste.
b)                El diccionario panhispánico de dudas lo hace así:
wéstern. Voz tomada del inglés western, ‘género cinematográfico ambientado en la época de la conquista y colonización del Lejano Oeste’ y ‘película perteneciente a este género’. Se pronuncia [guéstern] y su plural es wésterns. Para el segundo sentido se recomienda usar con preferencia la locución española película del Oeste: «Las viejas películas del Oeste siguen vivas» (Expreso [Perú] 22.4.90).
Vemos que la definición del RAE es muy limitada, sólo toma en cuenta el género cinematográfico; obviando el importantísimo ramo de las novelas de a duro, moneda de 5 pesetas equivalente al fuerte venezolano, tan recordado en España como en Venezuela por la huella que dejaron autores como Marcial Lafuente Estefanía, José Mallorquí o Silver Kane.
Compartamos aquí un extracto del capítulo VIII del libro  Las Literaturas de Kiosko (1975) de Francisco Alemán Sainz que puede servirnos como definición de novela del oeste:
La novela del Oeste es, en el fondo, novela histórica y localista, apoyada en unos tipos humanos que veremos en seguida. Los presupuestos de este tipo de narración adquieren tal intensidad, portadores de una tan amplia retaguardia que hacen posible a escritores de otros países, hasta lejanos, escribir un tipo de relatos donde el lector pone de su parte lo que al narrador pueda faltarle, con una amplia reticencia.

Más que de una zona geográfica se trata de un mundo diferenciado, con unas condiciones, con una disposición que plantea un haz de elementos de manera prevista. La novela del Oeste es una novela sostenida en unas limitaciones territoriales que sirven de soporte y plataforma a una gran multitud de gentes solitarias.

Recomendamos ampliamente la lectura del libro Las literaturas de Kiosco y si no pueden encontrarlo en las librerías de segunda mano pueden leer el capítulo VIII íntegramente en el siguiente enlace en el blog del GrupoLi Po.
Pero ya a esta altura del artículo ustedes se preguntaran qué tiene que ver el wéstern con las estrellas. Pero si Julio Verne pudo enviarnos a la luna usando una bala de cañón ¿Por qué nosotros no podemos usar una catapulta para alcanzar las estrellas? Lo que trataremos de demostrar aquí es que el género de aventuras del oeste con sus particulares características, algunas que comparte con otros subgéneros, influenció de manera notoria a la ciencia ficción, delimitada dentro de la vieja categoría de la hot science-fiction,  que se desarrolló en el siglo XX  llegando inclusive a forjar dentro de ella el Space western como una subcategoría más.
Aquí haremos una digresión relacionada con el termino hot science-fiction. Como hablamos de una serie de tv producida en los años 60 decidimos utilizar este la terminología de la época. Así que consultamos el término ciencia ficción en la enciclopedia Monitor de Salvat. Una enciclopedia publicada en el decenio de los 60. Al consultar la definición de Ciencia ficción en la página 1380 del tomo IV nos encontramos con dos tipos de Ciencia ficción: La Hot, dedicada a la aventura pura y la Cold, la más penetrante literariamente que se vale de del cambio de la sensibilidad y de las costumbres para provocar efectos perturbadores. Como ejemplo del primer tipo nombran a CliffordSimak y ejemplifican el segundo tipo con las obras del soviético Aleksandr Beljaev.
Curiosamente el uso de este término ha causado ciertos resquemores puristas entre ciertos miembros del mundillo friki que en un afán de pureza conceptual solo aceptan ciertas taxonomías y desprecian otras fuentes y clasificaciones. Es lo hemos denominado el frikinazismo. Es una cruzada por imponer una visión única del fandom. Actitud que es de por si contraria al espíritu de Ciencia ficción que es un crisol de de ideas y conceptos que buscan mostrar nuestra realidad bajo prismas diferentes. Pareciera que la intolerancia que bulle en el mundo actualmente quiere hacerse un puesto privilegiado en un mundillo que generalmente ha sido progresista. Esas actitudes nos hacen recordar esa afirmación de Santo Tomas de Aquino: Teme al hombre de un solo libro. Aquino nos pone a la defensiva frente a posiciones intelectuales únicas que solo aceptan una visión monocorde del mundo.
El frikinazismo no solo se manifiesta en conceptos sino también en el trabajo constante de tratar  imponer determinadas obras como un canon que no puede ser criticado y donde cualquier opinión que dude de los valores de esas obras se toma como una afrenta que debe ser lavada con sangre en luchas interminables en los diversos foros y redes sociales existentes.
Seguramente a esta altura de este texto nuestro amigo el helicoidal Mariano Martín Rodríguez pensará que lo englobamos dentro de esta tendencia y podemos decirle que esta vez ha acertado plenamente. Le recordamos desde aquí cual fue el destino de esas camisas pardas que quemaron libros y en lóbregas noche rompieron cristales.
Ahora volveremos al tema que nos atañe. Podríamos mencionar aquí como perfectos ejemplos del space western  a las series de tv (japonesa y animada una, estadounidense y de acción real la otra) Cowboy Bebob (1998) de Shinichiro Watanabe y Firefly (2002) de Joss Whedon. Particularmente consideramos a Cowboy Bebob, la serie de 26 episodios y la película, una obra maestra siendo una influencia para Firefly  pero a petición de unos amigos nos adentraremos un poco en la serie de Joss Whedon. En esta serie el ambiente es abiertamente wéstern, sólo basta escuchar el tema country  introductorio, inclusive se habla de una guerra civil así que es fácil pensar en Yankees y Confederados, a pesar de que existe un hibridismo cultural entre Occidente y Asia, manifestándose como la mezcolanza de las culturas de  las dos potencias vigentes en esa historia: Estados Unidos y China. Una de las características llamativas de la serie era la jerga que usaban los personajes: una mezcolanza de expresiones del viejo  ingles del oeste, con trozos de chino. El planteamiento era sumamente interesante pero Firefly es la prueba de que algo que sea bueno no necesariamente será duradero, la serie fue cancelada después de 14 episodios. A pesar de ser cancelada; en el 2005 fue estrenada una continuación de la serie en formato fílmico titulada Serenity. Este filme obviamente fue dirigido por Joss Whedon. Hasta ahora esto es todo lo que existe sobre esta luciérnaga estelar. Esta serie tiene una gran legión de seguidores deseosos de que las aventuras de la tripulación del Serenity continúen.
Un elemento conector de gran importancia en el Space wéstern es el de  utilizar el concepto de “la última frontera” término que de forma evidente hace referencia a la conquista del oeste, aunque también hay otros elementos que evidentemente nos acercan a ese periodo de la historia de los Estados Unidos. Como curiosidad podemos afirmar que la figura del vigilante dentro del mundo de los seriales radiofónicos y en las historietas tiene su génesis en este espacio mítico. Las referencias que utilizaremos serán limitadas pero esperamos que sean lo suficientemente relevantes.

Episodio II
En las colinas de Arizona

Podríamos comenzar nuestro recorrido histórico con John Carter, personaje literario creado en 1911 por Edgar Rice Burroughs para su novela  Una princesa de Marte. Carter es un excombatiente de la guerra civil estadounidense que logra viajar astralmente a Barsoon (Marte para nosotros) y formar parte allí de las escaramuzas entre los diversos grupos que hacen vida en ese planeta. Aquí con la sola mención de la guerra Civil estadounidense podemos apreciar cómo se inicia el hilvanado entre el oeste y las estrellas. La novela Una princesa de Marte tiene dos adaptaciones fílmicas, una del año 2009 llamada Princess of Mars, con la otrora estrella del cine pornográfico Traci Lords personificando a la princesa marciana Dejah Thoris, y otra del año 2012 de Disney titulada John Carter: entre dos mundos que recibió una tibia recepción.
 Frank E. Schoonover from A Princess of Mars
by 
Edgar Rice BurroughsMcClurg, 1917.
En 1935 el cantante country Gene Autry protagoniza el serial The Phantom Empire, donde un vaquero cantante y unos niños combaten a una civilización subterránea poseedora de un prodigioso desarrollo tecnológico. Aquí el western no dio el salto al espacio pero la conexión con la ciencia ficción se mantiene.
En 1979 la cadena de tv estadounidense NBC intento resucitar el formato del serial de cine para la tv con la serie titulada Cliffhangers. Recordemos que denominamos Cliffhangers (al borde del precipicio) al recurso donde se usan situaciones comprometidas en las escenas finales de las series fílmicas o impresas con la intención de crear el supense. En esta serie se presentaron 3 historias una de las cuales era inspirada en The Phantom Empire y se llamó The Secret Empire. Cliffhangers fue trasmitida en Venezuela por el desaparecido canal RCTV.
Muchos autores señalan que las historietas de Buck Rogers y Flash Gordon fueron influenciadas por las historias del oeste pudiéndose clasificar estas historias dentro del space western. La importancia de estos tebeos o historietas, que también fueron convertidos en seriales de cine, dentro del género fue tal que sirvieron de inspiración a dos personajes cuya importancia en nuestros lectores dependerá de si prefieren la lectura o el visionado de películas. Buck Rogers sirvió de inspiración al entrañable Ray Bradbury mientras que Flash Gordon es uno de los elementos invocados por George Lucas para componer el glorioso chop suey de Star Wars.

Episodio III

“La conquista del espacio, el gran reto, estos son los viajes de la nave Enterprise, misión , durante los próximos 5 años , explorar nuevos mundos , descubrir la vida y las civilizaciones que existan en el espacio extraterrestre. Debe llegar a donde jamás ha llegado el ser humano......”





En los años 60 del siglo XX se respiraba el aroma del cambio por doquier. En 1961 John Fitzgerald Kennedy es elegido presidente de los Estados Unidos siendo el más joven hasta este momento que llega a desempeñar el cargo. Las luchas por los derechos civiles alcanzan su punto más alto y en septiembre de 1962 en un discurso en la Universidad de Rice hace público el plan de que los Estados Unidos lleguen a la Luna en un plazo de 10 años. En Octubre de 1962 se inicia la crisis de los misiles en Cuba y la humanidad entera sufre el miedo ante un enfrentamiento nuclear entre la URSS y EEUU.
Este es el caldo de cultivo para que Eugene Wesley Rodenberry (1912-1991) un joven escritor que trabajaba como policía, ideara el concepto inicial de una serie de TV que se llamaría Star Trek, Viaje a las Estrellas (este es el nombre con que fue conocida la serie en Latinoamérica) que daría a la luz finalmente el 8 de septiembre de 1966 (tres años antes de que el Apolo XI cumpliera la promesa de Kennedy). Cuando presentó su proyecto Gene Rodenberry definió el formato de la serie así:
The format is "Wagon train to the stars"-built around characters who travel to others worlds and meet the jeopardy and adventure which become our stories
Whitfield, Stephen E.  y Rodenberry, Gene (1975) The Making of Star Trek. (14ta ed.) EE.UU. Ballantine Books.
Aquí las palabras claves son: “El formato es "Caravana hacia las estrellas…” Sólo con escuchar la palabra caravana a alguien con formación televisiva promedio le será inevitable imaginar una serie de carretas en fila dirigiéndose por el camino de Oregón a conquistar la última frontera. Pero en este caso los caminos se recorrerían en el espacio profundo, la nueva última frontera. Ya son evidentes un par de elementos que nos indican las raíces wéstern de una serie de tv de ciencia ficción más que emblemática. En declaraciones muy posteriores, en la época del estreno de Star Trek: The motion Picture en 1979, Gene Rodenberry afirmó que el impulso fundamental para crear este universo era la necesidad de contagiar de optimismo a la generación que crecía bajo la amenaza nuclear. Plantearles la posibilidad de un futuro a pesar de todos los traspiés (en la serie se nombran diversos conflictos bélicos) que daríamos antes de llegar a convertirnos en una mejor humanidad. Este serial toco temas vigentes y candentes para la época como por ejemplo la colaboración ruso estadounidense. Recuerden al ruso Pavel Chekov a las órdenes del estadounidense James Tiberio Kirk. 
En plena efervescencia del movimiento proderechos civiles hablar de un personaje como Spock, interpretado por el desaparecido Leonard Nimoy, que es medio vulcano y medio terrestre no es más que una forma de tocar los matrimonios interétnicos. Y no olvidemos que el primer beso entre personas de diferentes razas en la tv de Estados Unidos se dio en esta serie al besarse el capitán Kirk y la teniente Uhura en el décimo episodio de la tercera temporada titulado Los Hijastros de Platón. Algo realmente revolucionario para los estándares de USA, una sociedad capaz de plantearse la conquista de la Luna pero que aún arrastraba el estigma del racismo. Lo que debió ser impresionante para los estadounidenses (aunque para ser justos ese beso no valdría mucho porque dentro de la historia fue hecho bajo inducción telepática) es una moneda de tráfico común en nuestro país Venezuela que abiertamente asume que es un crisol racial, aunque eso no evita que ciertos sectores de la población asuman ese prejuicio. Como decimos por estos lares: La estupidez es libre y está distribuida del primero al tercer mundo. Solo debemos recordar los problemas raciales que aún persisten en Estados Unidos y los que apenas se asoman en Europa actualmente. 
Algo que consideramos que no debe olvidarse es la petición que hizo Martin Luther King a Nichelle Nichols para que no abandonara su personaje de la teniente Uhura porque ella estaba señalándoles unas cotas que eran inalcanzables para la población de raza negra de los Estados Unidos de ese momento y eso era sumamente inspirador. 
La serie se adaptó dentro de lo posible a los estándares vigentes en la tv estadounidense en esa época. En el piloto The Cage el primer oficial de la Enterprise es mujer. Algo intragable para los directivos machistas de la televisora NBC por lo que el personaje  fue eliminado. Por elementos como este muchos catalogan a Star Trek como una serie evasiva más; una de tantas maneras para escapar de nuestra monótona vida. Pero el hecho de tocar muchos temas que eran tabú en la época así como el de mostrar un futuro posible donde la discriminación había desaparecido y donde la humanidad convivía en paz hizo que esta serie, que no tuvo mucho éxito en su primera emisión, reflejara el ambiente de cambio para mejor que se respiraba en el decenio de los 60s y sirviera para difundir una filosofía de vida optimista y respetuosa con toda la humanidad. Sólo esto puede explicar que su público con cada retrasmisión aumentara y formara una de las legiones de seguidores más grandes, estables y duraderas dentro del fandom o mundillo de la Ciencia Ficción. Y que lograra generar cuatro series de acción real, una  animación 2D y 12 películas sin contar el innumerable material relacionado con la serie como historietas, videojuegos, novelas y todo el material no oficial realizado por aficionados a la serie. No olvidemos que la coherencia interna de ese universo es bastante grande,  lo que le da un brillo extra. 
El hecho de que los seguidores de la serie, los Trekkies o Trekkers, aumentaran cada vez más con el tiempo dio pie a que se pensara en hacer inicialmente una película y posteriormente una nueva serie de tv. La película se llamaría Star Trek: El planeta de los Titanes y sería dirigida por Phillip Kaufman, recomendamos el visionado de Henry y June (1990), fue una gran oportunidad desperdiciada. Al ser cancelada la película  se volvió al pensar al formato de serie de tv y esta continuación sería llamada Star Trek: Phase II. Esta serie a pesar de ser concebida y guionizada fue cancelada antes de ser filmada; pero el éxito de Star Wars y de películas similares hizo que la idea de relanzar la Enterprise pasara de la pantalla chica a la grande. Así se le dio luz verde a la filmación de Star Trek: The motion Picture. Este filme fue dirigido por el veterano Robert Wise (recuerden su genial The Day the Earth Stood Still, de 1951) que nos obsequió la que consideramos la mejor película de esta saga. Un filme de alta factura donde se buscaba mostrar una madurez que deberíamos adquirir con el tiempo; por todos es sabido que detestamos crecer, así que la seriedad de esta película fue uno de los aspectos más atacados. La película no pudo desarrollarse más debido a las innumerables intromisiones, generadas entre otras personas por Roddenberry, que sufrió Wise durante la filmación. Gracias a Robert Wise se rescató el personaje de Spock y se incluyó en el filme. 
La música de la película corrió a cargo de  Jerry Goldsmith y constituye un hallazgo por sí misma, es una obra maestra. 
Las siguientes películas volvieron al espíritu de la serie, tanto en el tono de las historias, temas y en la limitación de presupuesto.
Es común decir que los libros pueden cambiar nuestra realidad o nuestra vida; pero ¿Hasta qué punto puede hacerlo una serie de tv? 
Todo el mundo sabe que el primer transbordador espacial (OV-101) se llama Enterprise, aunque muy pocos saben que su nombre inicial era Constitution y que una campaña de seguidores de Viaje a las Estrellas hizo que cambiaran el nombre por el de la célebre nave televisiva.
¿Recuerdan la teletransportación?
Eso era un recurso para abaratar costos pero a más de uno le hizo pensar en la posibilidad real de hacerla  y en la actualidad se maneja el concepto  de teletransportación de partículas y ya se ha logrado con fotones.
Star Trek, la serie, logró mediano plazo un gran éxito pero parte de esa aceptación se debió a que Rodenberry utilizó dos estrategias:

a)Incluyó dentro del staff de guionistas a reputados escritores de ciencia ficción tales como  Robert Bloch, Norman Spinrad, Harlan Ellison y Theodore Sturgeon. Aunque para algunos de ellos trabajar con Rodenberry fue una experiencia terrible. Si quieren más datos consulten el libro The City on the Edge of Forever: The Original Teleplay that Became the Classic Star Trek Episode de Harlan Ellinson.
b)                              En ocasiones adaptó relatos importantes de autores reconocidos de Ciencia Ficción. Recordemos aquí el episodio 18 titulado Arena, una adaptación que hizo  Gene L. Coon del relato del mismo nombre de nuestro amado Fedric Brown.
En Venezuela han sido transmitidas en señal abierta Viaje a las Estrellas: la serie original, Viaje a las Estrellas: La serie animada (una comiquita como le llaman aquí), Viaje a las estrellas: La nueva generación y Viaje a las Estrellas: Abismo espacial 9 por el canal televisivo Venevisión. Este mismo canal transmitió las películas con la tripulación original. Las demás series han sido disfrutadas sólo por aquellos que poseen tv por cable.
En el año 2009 se estrenó Star Trek, dirigida por J.J. Abrams,  una película que muestra una joven tripulación de la Enterprise original en una línea temporal alternativa que tiene como valor agregado una relación sentimental  entre Spock y Uhura. Este reinicio se realizó con la finalidad de revitalizar la franquicia y captar un nuevo público. El reboot, no estuvo exento de críticas; pero para mucha gente era necesario para la supervivencia de la franquicia. En el año 2013 se estrenó Star Trek: en la oscuridad dirigida nuevamente por Abrams, este filme retoma el personaje de Khan ahora interpretado por   Benedict Cumberbatch. En este año 2016 se estrenará Star Trek Beyond, dirigida por Justin Li la tercera película del reinicio de la saga fílmica de Star Trek. Por cierto,  todo el mundo espera que esta versión sea más rápida y furiosa, por lo que más de uno tomará esta película con sus kuaizi (palitos chinos) de plata[1] antes de emitir su valoración.
La serie puede catalogarse de evasiva,  de escape; pero es un escape positivo, una huída a un mundo probable que pudiésemos llegar si internalizáramos que el Bienestar de muchos precede al de pocos o el de uno solo. En este caso la catapulta nos impulsa hacia adelante.

Episodio IV
“Hace mucho tiempo en una Galaxia muy, muy Lejana” 



En 1977 se dio inicio a un raro fenómeno de masas de tipo cinematográfico. Fue el estreno de “La Guerra de las Galaxias” (Stars Wars). Esta película fue escrita y dirigida por  el amigo y protegido de Francis Ford Coppola: George Lucas, novel director que hasta ese momento sólo había dirigido THX 1138 y la exitosa American Graffiti. La primera era una visión oscura del futuro y la otra un retrato de la juventud adoradora del dios automóvil en los años cincuenta.
Contra todo pronóstico,  una película que se estrenó apenas en 500 cines en todo los Estados Unidos  se convirtió en uno de los éxitos de taquilla de ese año, creando una subcultura que a veces raya en la histeria y en el frikismo (termino que deriva de la palabra inglesa freack: fenómeno). La frase “Que la fuerza te acompañe” se convirtió  en el cliché habitual de ese año y dio pie a que se realizaran películas con un ambiente de western galáctico como Batlestars Galactica (1978), Starscrash (1978) y Star Trek: The Motion Picture (1979) entre otras.
Para esos años el cine estaba dominado por películas densas y oscuras donde muchas veces no había salvación para los protagonistas de la historias. Las películas de fantasía o de ciencia ficción salvo excepciones mostraban futuros apocalípticos. Como ejemplo podríamos mencionar el muy recordado filme de 1973 Cuando el destino nos alcance (Soylent Green) de Richard Fleisher. Gracias a esta película antes de comernos cualquier galleta de color verde lo pensamos dos veces.
Aun la herida de Vietnam estaba fresca, Los Estados Unidos aún padecían las consecuencias de la crisis energética y se iniciaba el desembarco japonés que terminaría por inundar de productos de mala “calidad” todas las vitrinas y garajes de ese país.
Estados Unidos no estaba en su mejor momento y de manera similar a lo sucedido en el crack de 29, George Lucas  con la gran ayuda del departamento de guion de la FOX que editó hasta más no poder el guion, una historia simple y evasiva, donde los buenos al final le ganan a los malos, enganchó al público de manera fulminante. Cómo nos hubiese gustado que el génesis de la historia de Star Wars fuese como el mostrado en el cortometraje Lucas in love (1999) de Joe Nussbaum.
Lucas había bebido de diversas fuentes: La literatura: aquí podremos nombrar a los cuentos de hadas y a una novela de Fritz Leiber, Hágase la oscuridad (1943) de donde toma el elemento de las espadas luz; El western, el cine japonés: Kurosawa y su fortaleza escondida; el cine de guerra: The Dam Busters (Michael Anderson, 1955); la historieta: Flash Gordon y Valérian: agente espacio-temporal y otras que no mencionaremos por cuestiones de espacio.
Una fuente de inspiración que muy poca gente nombra es la mismísima Star Trek ya que George Lucas fue uno de los nombres barajados como posibles directores  de la primera película en el 75. ¿Se han percatado que Trek y Wars tienen el mismo número de letras?
Para ampliar un poco más en las fuentes de las que bebe de Star Wars y de la influencia que ejerció en muchos de nosotros recomendamos la lectura de esta otra entrada del blog del Grupo Li Po en este enlace.
Pero de buenas a primera la influencia más evidente es la del western, sobre todo la del western crepuscular o inclusive el spaghetti. El ambiente árido de Tatooine, la taberna, los moradores de las arenas y otros tantos elementos son plenamente reflejos, levemente distorsionados, de otros que existen en el western. De hecho a nuestro parecer el ambiente gastado que muestra el filme de 1977 es producto del western en su última etapa. Inclusive comparte el tabú de no mostrar negros en ningún momento. Pero deducimos que C3PO y R2-D2, serían negros, por el tratamiento que reciben en la cantina y son una manera velada de hablar de los esclavos, en una época donde no era necesario usar ese recurso en el cine.
Gran parte de la gente asocia Star Wars con la ciencia ficción ¿Pero esta categorización es cierta? Star Wars comienza con una forma típica del cuento de hadas: Hace mucho tiempo en una lejana galaxia. El ambiente y la sociedad a pesar de tener elementos relacionados con la Ciencia ficción como los viajes espaciales, las naves interestelares, los robots, y las armas láser tiende a ser arcaica. Si cambiásemos los elementos tecnológicos avanzados por unos más atrasados sería mucho más evidente el anclaje de la historia en el pasado y su fuerte conexión con los relatos míticos o fantasía. Para nosotros es inevitable siempre establecer la analogía, salvando distancias, entre el combate de Ben Kenobi con Darth Vader con el combate entre Gandalf y el Balrog de Moria de El señor de los Anillos.
La historia no es muy elaborada y podemos percibir la influencia de los viejos seriales de cine, quizás no fue más que la puesta al día de una vieja forma que muchos habían olvidado y que otros no conocieron. Pero lo cierto que ese filme tenía el sabor adecuado para el paladar del año 1977 y fue todo un éxito a pesar de los grandes temores de George Lucas. Un aspecto que fue de mucho peso para la aceptación de este filme fue la banda sonora creada por John Williams, muy querido en Venezuela por ser el autor de los temas de legendarias series de tv como Perdidos en el espacio o Tierra de Gigantes. Tan grande fue el éxito que una película auto conclusiva fue convertida en una trilogía  y posteriormente en un imperio económico. Mucho tiempo después Lucas decidió hacer una nueva trilogía que sirviese de precuela y sumó algunos millones más a su cuenta bancaria para después vender su creación al emporio Disney. El diciembre pasado del año 2015 fue estrenada  Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza (titulada originalmente: Star Wars: Episode VII - The Force Awakens) dirigida por J.J. Abrams, la primera de la tercera trilogía bajo la égida del imperio Disney (no emitiremos valoración alguna sobre este filme). La película cumplió con su cometido,  movilizó masas y dólares, pero las críticas en su mayoría no fueron muy positivas. Sin embargo no olvidemos que la nostalgia es una fuerza muy poderosa, tan grande es que puede hacer que disfrutemos el vaciado voluntario de nuestros bolsillos.
Ahora ¿Qué tipo de evasión promueve Star War? Consideramos que es una de tipo negativa. Porque el mundo que nos muestra es un pasado tecnologizado. Es decir que a un pasado conocido recubierto de polvo le agregamos algunos artilugios tecnológicos que le dan un poco de brillo. Es la premisa: más vale malo conocido que bueno por conocer. Esta vez la catapulta nos impulsa hacia atrás.

Episodio V
Hay otros mundos pero están en éste.
Paul Éluard

Llegamos al quinto acto y damos por terminado el drama. Concluimos algunas cosas como:
a)                 Que dos de las más grandes franquicias no son más que remozamientos de la mitología western y que nuestra emoción sigue siendo impulsada por antiquísimos artilugios que siguen funcionado en esta era digital sin darnos cuenta.
b)                Además de que la evasión de “ciencia Ficción” puede abrirnos puertas hacia el pasado y el futuro aunque esas puertas tengan sus goznes en nuestro presente.
Para cerrar podemos decir simplemente  que Star Trek y Star Wars sólo son diferentes soluciones a las incógnitas que parten de nuestro presente y unas buenas formas de divertirse. Quedará de ustedes amables lectores valorar este escrito y sopesarlo. Sin olvidar que no hay nada más humano que huir de la visión de nuestro propio corazón.
Muchas Gracias por su tiempo.







Sobre el autor:

Richard Montenegro. Perteneció a la redacción de las revistas Nostromo y Ojos de perro azul; también fue parte de la plantilla de la revista universitaria de cultura Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo. Es colaborador del blog del Grupo Li Po: http://grupolipo.blogspot.com/. Es autor del libro 13 fábulas y otros relatos, publicado por la editorial El Perro y la Rana en 2007 y 2008; es coautor de Antología terrorista del Grupo Li Po publicada por la misma editorial en 2008, en 2014 del ebook Mundos: Dos años de Ficción Científica y en 2015 del ebook Tres años caminando juntos ambos libros editados por el Portal Ficción Científica. Sus crónicas y relatos han aparecido en publicaciones periódicas venezolanas tales como: el semanario Tiempo Universitario de la Universidad de Carabobo, la revista Letra Inversa del diario Notitarde, El Venezolano, Diario de Guayana; en las revistas electrónicas hispanas Alfa Eridiani, Valinor y Gibralfaro, Revista de Creación Literaria y de Humanidades de la Universidad de Málaga y en portales o páginas web como la española Ficción Científica, la venezolana-argentina Escribarte y la colombiana Cosmocápsula.





[1] En el palacio imperial en la antigua china se usaban palillos chinos de plata para detectar los alimentos envenenados.

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